lunes, 23 de noviembre de 2009

A UN PADRE DESCONOCIDO

A mi padre:
En unos días se celebra el día del padre y la profesora nos pidió que escribamos una carta a nuestros papás, agradeciéndoles por ser quienes sustentaban el hogar y hacían un gran sacrificio para que podamos estudiar. Esta carta sería leída por cada uno de nosotros ese día.
Yo no te conozco, jamás supe nada de tí, aunque mi mamá me dijo que eras bueno, pero eso solo no es suficiente, por eso me acerqué a mi amigo Juan y le pregunté como haría él su carta. Me contó que pondría lo agradecido que estaba porque siempre es un buen padre, que recordaba las veces que jugaron juntos, o cuando salín en familia, o las veces que lo atendía junto a su mamá cuando estaba enfermo. Entonces yo decidí hacer lo mismo.
Recuerdo que cuando tenía partidos de futbol, mis compañeros iban con sus papás, yo iba con mi mamá, porque desde pequeño sabía que yo no tenía papá. Cuando estuve enfermo siempre veía a mi lado a mi mamá, muchas veces se amanecía en una silla al lado de mi cama y cuando despertaba la veía entre preocupada y sonriente, sin demostrar su cansancio por la mala noche pasada, luego se iba a su trabajo. Ahí tampoco estuviste.
Cuando cumplí mis 15 años,todo mi curso nos juntamos e hicimos una sola fiesta. Fué linda y divertida hasta que a medianoche, todos debíamos hacer nuestra entrada junto a nuestros papás y mamás, por suerte estaba mi mamá, así que los dos entramos juntos y ¿Sabes? fuimos los más aplaudidos.
Hubo un tiempo en que casi no comiamos, bueno la que casi no comía era mi mamá, se privaba porque decía que era adulta y no necesitaba comer mucho, entonces me daba su ración. Fueron años de sufrimiento y mucha privación, porque teniamos que vivir con ropa donada que mamá recogía de la Iglesia y con una sola comida al día, para tener algo de dinero para mis útiles escolares. Hubieron noches en que me asomaba silencioso al cuarto de mi mamá y la escuchaba llamar por teléfono, rogándote que no nos abandonaras, pero luego colgaba el teléfono y se ponía a sollozar, entonces me prometí nunca hacerla llorar, ser un buen hijo y un buen estudiante.
Este año me graduaré del Colegio, estoy feliz porque saqué los promedios más altos y recibiré medallas y diplomas, pero lo más importante es que una Universidad ya me ofreció una beca completa.
Aunque sé que talvez reciba una amonestación por no cumplir con lo pedido por la profesora, he decidido darle las gracias y dedicarle ese día a mi mamá, porque ella no solo fué madre, sino también mi padre. A ti?.. No te conozco.
Hasta nunca, tu hijo